Los canales de Marte

El bueno de Rafa (o quien quiera que sea que le escribe los últimos posts) ha tenido a bien orear un misterio que lleva unos cuantos años desvelado. Desconozco si muchos de vosotros habéis oído hablar de Giovanni Schiaparelli (no lo confundáis con el futbolista argentino Alejandro Schiapparelli) así que os cuento su historia (os prometo ser breve como el post de Rafa).

Allá por el último tercio del siglo XIX, nuestro amigo Giovanni, a la sazón director del observatorio astronómico de Brera en Milán, al observar Marte durante la gran oposición de 1877 observó unas formaciones geológicas a las que denominó ‘canali’ en el sentido de cañones. Las observaciones de Schiaparelli levantaron una gran polvareda ya que, en la traducción se convirtieron los cañones en canales que, como todos podréis sospechar tiene un cierto significado de artificialidad u obra civil destinada a transportar un fluido (fundamentalmente agua) entre dos puntos.

Mapa de Marte de Schiaparelli (fuente Wikipedia)

Rápidamente, la observación de Schiaparelli se convirtió un torbellino que levantó oleadas de hipótesis sobre la existencia de vida inteligente y civilizaciones tecnológicas en el planeta rojo. Uno de los personajes que más convencido estaba de la existencia de estas civilizaciones fue el astrónomo americano Percival Lowell que dedicó gran parte de su vida a perseguir esta quimera.

La realidad es que a pesar de Rafa, de Schiaparelli y de Lowell, las evidencias de que se dispone en la actualidad, incluyendo la información obtenida de primera mano por las sondas enviadas al planeta, no han mostrado el menor indicio de existencia de vida ni siquiera la existencia de formas de vida muy simples.

Con Rafa hemos pasado de canales a depósitos pero ya veis, ni para esto es original.

Nota: Los ‘canali’ de Schiaparelli tenían unas dimensiones importantes ya que recorrían el planeta desde los polos al ecuador y tenían una anchura de 100 a 200 Km.