El ataque de los adoradores de Hahnemann


Samuel_Hahnemann_1841Homeopaths can bear criticism only when it is highly diluted.

Los homeópatas sólo pueden soportar la crítica cuando está altamente diluida.

Edzard Ernst

Después de la interminable discusión con el homeópata zetetic uno llega a la conclusión de que la homeopatía es un sistema de creencias más parecido a una religión que a un aborto de ciencia. Estoy empezando a cansarme del tema pero antes de dejarlo aparcado durante una época me gustaría tocarle las narices a zetetic un poco más.

Como me consta que, para los homeópatas, no hay nada peor que un apóstata de la fe hahnemanniana voy a dedicarme a citar un poco al Dr. Edzard Ernst que,  como es bien sabido, abandonó dicho culto y se ha dedicado a investigar y desenmascarar a las pseudociencias mal llamadas medicinas alternativas y complementarias. Al grano,  dice el bueno del doctor Ernst, en un reciente post en su blog titulado “Mi doble vida como homeópata”, lo siguiente:

Homeopaths can bear criticism only when it is highly diluted. Any critique from the ‘outside’ is therefore dismissed by insisting that the author fails to understand the subtleties of homeopathy. And criticism from the ‘inside’ does not exist: by definition, a homeopath does not criticise his/her own trade. Through these mechanisms, homeopaths have more or less successfully shielded themselves from all arguments against their activities and have, for the last 200 years, managed to survive in a world of make-belief.

Los homeópatas sólo pueden soportar la crítica cuando está altamente diluida. Cualquier crítica desde el “exterior” se descarta insistiendo que el autor no es capaz de entender las sutilezas de la homeopatía. El criticismo desde el “interior” no existe: por definición, un homeópata no critica su propio negocio. Mediante estos mecanismos, los homeópatas se han protegido de todos los argumentos en contra de sus actividades y se las han arreglado para sobrevivir, durante los últimos 200 años, en un mundo imaginario.

La realidad es que, tras el intercambio de pareceres con zetetic, uno saca la impresión de que los homeópatas no son capaces de mirar con ojo crítico su propio sistema de creencias y cuando ven que alguien del exterior les critica pasa a ser un enemigo y, ya se sabe, al enemigo ni agua (aunque uno sea homeópata y no pueda dar nada distinto de agua, eso sí, con memoria).

Cuando uno critica la homeopatía lo mínimo que le llaman es mentiroso, falso, fraudulento, etc. Este comportamiento sectario, similar al que puede encontrarse, por ejemplo, en la Cienciología, queda expuesto a través de los testimonios de los que tienen la osadía de abandonar la secta y patente en los ataques personales indiscriminados contra aquellos que señalen lo absurdo de sus creencias.

Los objetivos de los homeópatas son claros: Edzard Ernst, James Randi, Ben Goldacre, John Maddox así como cualquiera que pregunte de forma pública ¿pero qué cura la homeopatía? o que, de forma pública, critique su anticientifismo histórico. Además, en muchos casos (y zetetic es un ejemplo de ello), están convencidos de una persecución que raya en la paranoia. Una muestra de esto se encuentra aquí (documento pdf) en el que su autor, Mike Bridger afirma:

There is much talk now about how homeopaths are not busy enough to make a living; the reason given is recent media hostility aided by powerful, organised lobbying from a rabble including pseudo-scientists, journalists and a not-so-good magician.

Hay muchas voces en en la actualidad acerca de cómo los homeópatas no están lo bastante ocupados como para ganarse la vida; la razón que se da es la hostilidad reciente en los medios ayudada por un poderoso y organizado lobby de una chusma que incluye pseudocientíficos, periodistas y un (no tan buen) mago.

Como vemos, los que critican la homeopatía no es que tengan razón o no, simplemente son una “chusma”.

Es prácticamente imposible encontrar un sólo homeópata que sea capaz de reconocer que la homeopatía es incapaz de curar cualquier condición no autolimitada (una condición autolimitada es aquella que, salvo complicaciones, es capaz de desaparecer sin necesidad de una intervención terapéutica o asistencia médica). En este sentido, es prácticamente imposible encontrar una condena, siquiera retórica, de los inútiles intentos de tratar enfermedades graves, como la malaria o el SIDA, con pastillitas de azúcar. No sólo eso sino que, cuando alguien pretende criticar estos procedimientos contestan con la denuncia. Seguimos con Ernst, en su libro, Trick or Treatment (Truco o Tratamiento) dice:

Worse still, when the Society of Homeopaths, based in Britain, was criticized for not taking a firm stand against inappropriate use of homeopathy, it decided to suppress criticism rather than to address the central issue. Andy Lewis, who runs a sceptical and satirical website (www.quackometer.net), had written about the Society and the issue of homeopathic malaria treatments, which resulted in the Society asking the company that hosts his website to remove the offending page. In our opinion, the Society needs to improve in three ways. First, it ought to police its practitioners more thoroughly. Second, it ought to act publicly and promptly when serious complaints are made. Third, it should listen to its critics rather than silence them.

Peor aún, cuando se criticó a la Sociedad de Homeópatas, con base en el Reino Unido, por no tomar una posición firme en contra del uso inapropiado de la homeopatía, ésta decidió suprimir la crítica en lugar de tratar el aspecto central. Andy Lewis que mantiene un sitio web escéptico y satírico (www.quackometer.net), había escrito sobre la Sociedad y el aspecto de los tratamientos homeopáticos contra la malaria el resultado fue una solicitud de la Sociedad a la compañía que aloja el sitio web para que retiraran la página que les ofendía. En nuestra opinión, la Sociedad necesita mejorar de tres formas. En primer lugar, debería establecer una política para sus practicantes más estricta. En segundo lugar, debería actuar públicamente y con prontitud cuando se producen quejas serias. En tercer lugar, debería escuchar a sus críticos en lugar de silenciarlos.

Pero no sólo es esto, a finales del año pasado, el diario alemán Süddeutsche Zeitung publicaba un artículo en el que revelaba que un consorcio de compañías farmacéuticas homeopáticas habían estado pagándole a un periodista (Claus Fritzsche) hasta 43.000€ por mantener una serie de sitios web que denigraban a Edzard Ernst en venganza por la publicación de sus investigaciones sobre los productos de estos fabricantes.

¿Cuál es la afrenta que ha cometido Edzard Ernst a los homeópatas? Fundamentalmente dos: abandonar la práctica de la homeopatía que ejercía en un hospital del ramo en Alemania y dedicar las dos últimas décadas de su carrera a intentar conseguir que los tratamientos de las mal llamadas medicinas alternativas se sometan a los mismos estrictos controles que los tratamientos de la medicina basada en evidencia. Ernst ha realizado un gran número de estudios sistemáticos que, en el caso de la homeopatía, han tenido como resultado que la homeopatía no es más eficaz que el placebo.

Naturalmente, este tipo de conclusiones, para integristas de la fe homeopática, como nuestro amigo zetetic, hacen que, de forma automática, Ernst pase a ser un falsario, que emplea datos fraudulentos y que falsifica los resultados de sus estudios. Ernst es un objetivo constante de las huestes homeopáticas llegando a ser atacado, de forma indirecta, por el propio príncipe Carlos de Inglaterra tras las críticas de Ernst a la fundación del príncipe dedicada al fomento de terapias alternativas.

Ernst dejó hace poco más de un año la cátedra de medicinas alternativas que ocupaba en la Universidad de Exeter bajo un constante ataque a su integridad personal desde todas las trincheras de la medicina alternativa y, en especial, de los homeópatas. Otro aspecto que, con independencia de su papel como científico, irrita a las hordas magufas es que es miembro del Committee for Skeptical Inquiry (CSI) antes conocido como Committee for the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal (CSICOP) que, como zetetic bien sabe, es quien nos paga la nómina a todos nosotros además de hacer una labor ingente para fomentar el pensamiento crítico y desenmascarar charlatanerías varias.

Como resultado de estos ataques, se ha podido enunciar la llamada Ley de Ernst que dice:

If you are researching complementary and alternative medicine (CAM) and you are not hated by the CAM world, you’re not doing it right.

Si investigas la medicina complementaria y alternativa (MCA) y no eres odiado por el mundo MCA es que no lo estás haciendo bien.

2 comentarios

Archivado bajo Pseudociencia

2 Respuestas a “El ataque de los adoradores de Hahnemann

  1. les critica pasa a ser un enemigo y, ya se sabe, al enemigo ni agua (aunque uno sea homeópata y no pueda dar nada distinto de agua, eso sí, con memoria).

    ¡Bravo!

    Genial, no podía ser menos.

  2. Es lo que tiene la homeopatía, que no funciona, pero sus creyentes (o explotadores) no ofrecen ni un nresquicio de duda.
    Como se puede razonar con alguien al que si le presentas una prueba en contra (a favor no las hay), es irremediablemente falsa.
    Entrevista al doctor Edzard Ernst (traducida por Kanijo)
    http://www.cienciakanija.com/2011/05/30/un-legado-de-escepticismo/
    Y aunque no se pueda dejar de lado para no allanar el terreno estafadores lo de la esta pseudociencia ya cansa un poco.

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